Espacio para el café y té

Buenos días

Hace ya cuatro años que estrenamos casa pero a mí, os digo la verdad, me parece que fue ayer. Aún nos quedan cosas por terminar de la decoración (e incluso de la obra que queríamos hacer) y, además, yo soy bastante inquieta en este sentido y ya le he dado alguna vuelta a ciertos espacios, que son diferentes a como eran inicialmente.

Uno de mis espacios  favoritos es la cocina, y me resulta muy importante tener todo a mano pero, a la vez, verlo bonito en nuestro día a día. Estas semanas estoy buscando inspiración para el pequeño espacio en el que tenemos nuestra cafetera y todos los accesorios e ingredientes para poder preparar café en nuestros desayunos. La tenemos sobre la una encimera de madera maciza encuadrada con muebles del mismo cabado, y es, sin duda, mi rincón favorito de toda la casa! Ya os la he enseñado alguna vez más pero me encanta, me gusta tanto como el primer día a pesar de como os digo, hayan pasado cuatro años.





Como os digo, estamos buscando darle un nuevo aire al rincón, no solo del café, sino del té y otras infusiones. En invierno solemos tomar una relajante antes de dormir y algún té en el desayuno, y en verano somos más de café con hielo bien frío. 

¿Qúe queremos poner en nuestro nuevo espacio?

1. Algunas de nuestras tazas bien a la vista, esas que nos inspiran a tener un buen día, las que nos hacen sentir el mejor papá/mamá del mundo o la que lleva bien grande nuestra inicial. También las que nos traen recuerdos de un viaje lejano o de alguien que nos trajo alún recuerdo de uno de los suyos. También quiero tener mi termo para llevar, que uso cuando me levanto tarde y no me da tiempo a desayunar tranquilamente en casa.

2. El café y las infusiones, claro! Tenemos cápsulas, pero también café molido, y Esto lo queremos poner en un cajón oculto sobre una de las puertas que van debajo de la encimera, algo parecido a lo que podéis ver en esta foto.









3. Unos botes de sirope de mi marca favorita, Nicolas Vahé. Están riquísimos pero es que, además, son tan bonitos que le propio bote decora. En casa tenemos sus sales, hemos probado las mayonesas y mermeladas y, como os digo, todo es muy rico y, además, bonito. Somos muy fans de la marca en casa.



4. Para terminar, de este año y esta redecoración no pasa: me voy a comprar una espumadora de leche eléctrica. Aún ando buscando el modelo perfecto, que vaya con el espacio y que cumpla bien su función. Este otoño, cuando llegue el frío, mi objetivo es hacerme cafés con mucha espuma. Si tenéis algún modelo que recomendarme,  soy toda oídos (me podéis dejar un comentario!). Quiero uno pequeñito pero matón, y que sea bonito. El más conocido es el aeroccino de Nespresso, pero también he visto los de Create y me encanta su diseño.





Espero poder enseñaros pronto el resultado, seguramente durante el mes de septiembre. Me tomaré agosto como mes de investigación y de terminar de decidir y, con la vuelta al cole, cambiaremos de estilo el rincón de la cafeteral.
¿Tenéis alguna propuesta que me sirva de inspiración?

Muchas gracias y feliz verano!

















Como elegir lamparas para tu hogar

Buenos días a todos

A menudo veo en las revistas, en pinterest o en blogs, viviendas reamente  ideales a las que sin embargo le fallan los detalles. Los estores o cortinas, los interruptores de la luz, alfombras, cojines, o la iluminación. Decorar una casa es una tarea integral en la que para que el trabajo parezca terminado no debemos descuidar ni el último rincón, es así. Puede, por supuesto, ser una vivienda minimal, pero porque sea así intencionadamente, no porque no nos haya dado tiempo de resolver cómo vestimos nuestras ventanas.

A la vez que os digo esto, también os contaré que no soy partidaria de las casas llave en mano. Me gusta mucho más la idea de entrar a vivir con lo que realmente tengas claro y dejar algunas cosas para completar conforme vayas viviendo la casa y sepas de verdad lo que necesitas. Además, el momento de comprar una casa, de reformarla, o simplemente de mudarte si es de alquiler, ya es de por sí bastante estresante. Si tenemos que ponernos a elegir en ese momento cada detalle, es muy probable que acabemos desbordados, cansados, y nos arrepintamos de algunas de nuestras decisiones.

Yo me alegro mucho de haber dejado cosas para después en la casa en la que vivo. Por ejemplo, quería unas lámparas modernas en las mesillas de mi habitación pero no fue hasta que despejé mi mente y mi energía de decidir cosas más transcendentes y urgentes hasta que tuve tiempo para pensar lo que quería y para buscarlo. Tardamos unos 6 meses en tener esas lámparas pero ahora son de verdad las que me gustan, me funcionan  y necesito. lo mismo nos pasó con los estores, las alfombras e incluso con un armario en la zona de la entrada que aún estamos diseñando. Siempre me ha parecido que no te das cuenta de lo que necesitas realmente en una casa hasta que la vives.

En la foto podéis ver nuestras mesillas de noche con sus lámparas. Son  blancas, pequeñitas, orientables y regulables en intensidad con una rueda. Tuvimos que llamar al electricista y al pintor para que nos sacaran los cables, pues no lo habíamos previsto en obra, pero mereció mucho la pena pequeña inversión al ver el resultado. Nos falta, eso sí, sustituir las mesillas por otras más actuales, pues estas son antiguas y nos apetece renovarlas por unas de un color más claro.



Volviendo al tema de la iluminación, la verdad es que el mundo de las lámparas es más bien un universo entero, y, si quieres poner lámparas de algún diseño o marca concreta, puede ser toda una inversión, que muchos de nosotros tenemos que hacerlo poco a poco. Una idea que puede  funcionar es la de poner, nada más mudarte, algunos globos o lámparas de papel para que no queden las bombillas desnudas. Es una solución barata y rápida para empezar a funcionar y, después, poco a poco podemos ir sustituyéndolas a medida que vayamos encontrando las lámparas que nos gusten y nos funcionen y tengamos el presupuesto que necesitemos destinar a ellas listo.

De momento, os confieso que las únicas lámparas definitivas que tengo en casa son las dos con forma de globo que tenemos en la habitación de los niños, y estas de las mesillas de noche, que me resultan super prácticas porque no me ocupan superficie de apoyo, porque son regulables en intensidad y porque no hay riesgo de accidentes. Sin ir más lejos, hace un par de semanas los niños, mientras jugaban, rompieron la única lámpara de sobremesa que teníamos de cristal. En general, elegimos lámparas de sobremesa que sean de papel, mimbre o plásticos, para evitar que puedan hacerse daño pero teníamos esta desde antes de nacer los niños y, la verdad, que haya sobrevivido 8 años tras convertirnos en padres, me parece toda una hazaña.

Como ya os habrán dicho más veces, si queremos que nuestra casa parezca un hogar, es imprescindible que apostemos por la iluminación indirecta, de pie o sobremesa, para completar a la iluminación que  tengamos en el techo. Yo soy partidaria de tener un salón o sala de estar donde no necesitemos encender las luces del techo salvo en momentos muy puntuales, pudiendo funcionar en general con 3 o 4 puntos de iluminación con lámparas de pie o de sobremesa, apoyadas en algún mueble auxiliar. 

Del tema bombillas, calidez e intensidad, si queréis hablamos otro día, porque  también es un mundo. Yo soy de las pocas personas a las que le gusta la luz blanca en casa, pero no me convence nada la iluminación cálida con la que todo se ve amarillo. Pero ese debate, como os digo, lo dejamos para la próxima.

Espero que estéis pasando una feliz semana santa. A nosotros este año nos va a costar un poco intentar conciliar, pero disfrutaremos mucho del tiempo en familia.


TERESA ZAFRA

arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

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La receta para navidad más fácil del mundo

Quedan 9 días para navidad, y seguro que muchos, como yo, andáis buscando recetas para cocinar el 24 y el 25. Este año, en el que todos estaremos en casa, nadie se libra de meterse en la cocina.

Yo siempre combino un plato más elaborado con entrantes o postres más sencillos, para no complicarme en exceso, y este año, además, he encontrado uno que no solo es fácil sino que encima es sano: ensalada caprese, ya sabéis, tomate, mozarella y albahaca, presentado de una forma muuuy navideña

Mirad:






Llamarlo receta me da un poco de vergüenza pero ahí está, una idea bien resultona con muy poco esfuerzo

Si pensáis en llevarla a cabo, espero que me mandéis foto!


TERESA ZAFRA

arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

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Cómo reducir el número de botes de tu cuarto de baño

Buenos días

Desde que empecé a trabajar y a tener mi sueldo, tengo que confesaros que mi armario beauty ha ido cada vez a más. Rara es la vez que me he comprado un producto habiendo acabado el anterior y he sido muy de sucumbir a todo tipo de promociones, ofertas o a formatos similares, como las cajas de belleza, o a comprar revistas porque regalaban algún producto novedoso que tenía ganas de probar.

En los últimos años me he vuelto bastante más racional. No creo, sinceramente, que sea un tema de madurez, sino más bien se debe al hecho de que tengo menos tiempo para mí, para ir de compras y, si lo pensamos detenidamente, también menos dinero. En unos años hemos pasado de ser dos en casa a ser cinco y eso nos requiere priorizar en todo. Yo he pasado temporadas en las que no me desmaquillaba de puro cansancio y otras en las que, más allá, ni me maquillaba.




Ahora creo que he conseguido llegar a un equilibrio, que me ha costado un tiempo, y que quiero seguir implementando para llegar al armario beauty mínimo. ¿Cómo lo he hecho?

1. Eliminando, directamente, los productos que no usaba. Por eliminar quiero decir: regalar, donar o incluso vender cosas que por mi estilo de vida no uso. Por ejemplo: base para sombra de ojos (ni siquiera uso sombra de ojos!). 

2. He borrado las suscripciones de correo electrónico de un montón de webs y tiendas. He dejado solo mi favorita, la empresa Abiby, y cada mes sigo recibiendo su caja de belleza con las últimas novedades del mundo beauty. Comparto la caja con varias amigas y vamos probando cosas entre todas.
 
Esto de borrar suscripciones no lo he hecho solo con los productos de belleza, sino con muchas otras cosas. Si no recibo ofertas al correo, no tengo la tentación de comprar. La verdad es que me funciona no solo para esto sino para simplificar mi vida. Menos correos = menos tiempo delante del ordenador o del móvil.

3. En la línea del anterior...no entro en las tiendas o voy de compras a no ser que necesite algo. Esto no quiere decir dejar de comprar, pero hacerlo con cabeza y no por impulsos.

4. Solo compro un producto si me queda muy poquito para terminar el anterior. Si quiero probar una crema o un maquillaje nuevo, ok, pero siempre y cuando el anterior esté a punto de acabarse y...esperando a tirar el bote anterior para empezarlo.

5. Si sé que un producto concreto solo lo voy a usar de forma esporádica, recurro a las minitallas. Me salvan la vida. También lo hago cuando pruebo algo nuevo y no tengo 100% claro que me vaya a gustar, prefiero probar con un formato mini, si es posible, y luego lanzarme a por el grande si me gusta. Para eso viene genial, de vez en cuando, apuntarse a un servicio de entrega de cajas de belleza, que suelen traer minitallas de productos interesantes.

6. También para simplificar, no me ato a productos que no me gusten. Si compro algo y no me convence o no me va bien, lo regalo o lo tiro. Igual que os digo que no quiero tener tres cremas hidratantes a la vez, tampoco quiero tener una que no me guste nada. Al final, a veces por no tirarla o regalarla, terminan años en nuestra repisa porque no las queremos usar.




7. Simplifico en las rutinas de la familia, unificando productos. Intentamos usar todos el mismo gel (o uno por baño), la misma crema y el mismo champú, siempre que sea posible. Por ejemplo, usamos todos gel para pieles atópicas por no tener 2 geles en el baño, uno para los más sensibles y otro para los menos.

8. Me he pasado al champú sólido, y estoy encantada. Lo poco que ocupa una pastilla en comparación del bote de champú, y la diferencia en el residuo que genera...tremendo! Aún estoy probando marcas y productos así que no os puedo decir aún cuál es el champú sólido perfecto, pero creo que es una tendencia a la que cada vez se van a sumar más marcas, porque el futuro es consumir menos envases, eso lo tengo claro.

9. No tengo mascarillas, porque cuando quiero una me la hago. Tengo algunas recetas guardadas para cara y piel, usando productos naturales como el aceite de oliva, el yogur, el limón, el azúcar para exfoliar....las mascarillas caseras son todo un mundo por descubrir!

Esto, como algunos ya sabéis, forma parte de mi deseo de reducir lo que tengo, lo que consumo y los residuos que genero. Creo que con eso, además de reducir la huella que dejo en el medio ambiente, consigo simplificar mi día a día y tener tiempo para las cosas de verdad importantes: menos que ordenar, que limpiar y que organizar!

Os animo, si no habéis empezado ya (igual hasta me lleváis ventaja!), a reducir, reciclar y reutilizar. A mí me va de cine y poco a poco consigo ver hueco en mis armarios, cajones y estantes. Es una gozada!



TERESA ZAFRA

arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

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