Queridos hijos: no os metáis con vuestros compañeros

Mis hijos se llevan dos años, lo que se traduce en dos cursos. El mayor tiene 6 años y está ya en primaria y el pequeño tiene 4 y  está aún en educación infantil. Noto mucho con estas edades la diferencia entre el ambiente escolar al que pertenecen uno y otro. Hace unas semanas, jugaron un torneo benéfico de fútbol en el colegio, y, mientras que en el equipo del pequeño no tenían muy claro en qué portería había que marcar ni quién estaba en su equipo, y celebraban hasta los goles del contrario, en el del mayor, a pesar de que había buen ambiente, sí que comentaban quién jugaba peor, quien mejor y qué rollo que fulanito está en mi equipo, porque no sabe jugar.
Es inevitable que a medida que los niños crecen empiecen a perder la inocencia y el todos son mis amigos, y, como todas las madres, algunas veces siento miedo a que mis hijos puedan sentirse rechazados en el colegio

Hay una cosa que tengo clara: algunos niños son crueles y no puedo controlar lo que puedan decirle o hacerle a mis hijos, y esta realidad, como ya os digo, me da miedo. Me imagino que la práctica totalidad de los padres/madres que estáis leyendo estas líneas habéis pensando alguna vez en esto.

Y, precisamente pensando esto me di cuenta de algo bastante obvio: si bien no puedo influir en cómo se porta el resto de los niños con mis hijos, sí que tengo influencia sobre cómo se comportan mis hijos con sus compañeros. 
Hace algunos años compartí con vosotros mi teoría de que los niños asimilan las cosas por repetición, y que decirles una misma cosa casi cada día hace que la idea se les quede dentro. Usaba mucho esto cuando estaban en la guardería, y ahora he retomado la estrategia: les digo a los dos, pero especialmente a Martín, casi a diario, que sean siempre amables con sus compañeros, que nunca insulten a nadie y que no imiten, critiquen o den de lado a ninguno de los niños con los que interactúan cada día.

Soy de la idea de que todos los niños sin excepción sufren a lo largo de su vida escolar algún episodio de acoso o rechazo. Todos han escuchado alguna vez el: contigo no juegoya no soy tu amigo o prefiero sentarme con fulanito. Aunque sea de forma puntual o leve todos los niños conocen la sensación de sentirse rechazado, inferior o poco importante.

Nico y Martín la conocen. Los dos, como todos los niños, han llegado alguna vez a casa diciendo Carolina ya no es mi amiga o Yo quería ponerme con Luis y me ha dicho que no. Y estas experiencias, aunque  duelan, son grandes oportunidades.

Cada vez que  mis hijos me cuentan un problemilla de este tipo (porque gracias a dios son problemillas),  les pido que busquen este sentimiento de rechazo que ellos han sufrido y que lo utilicen para aprender lo que los insultos y los malos gestos o malas maneras provocan en aquel que los recibe.

Creo que si todos los padres de todos los niños intentaran inculcar este tipo de valores en casa, el acoso escolar se reduciría drásticamente. Si les enseñamos que no son más guapos, ni más listos, ni mejores que nadie, sino que cada uno de sus compañeros tiene sus virtudes y que cada uno siente dolor ante los desplantes de los demás, los colegios serían lugares mucho más amables.

No estoy descubriendo la pólvora, pero en los años que llevan mis hijos escolarizados nadie me ha dicho a mí esto que realmente parece obvio. Sé que cuando sean más mayores tendrán mediadores de patio y que los colegios ponen herramientas para evitar el bullying pero, sinceramente, sigo pensando que es cuando son pequeños cuando deberíamos sentar las bases para que los niños empaticen con el que tienen al lado y entiendan que el objetivo de esta vida es poner nuestro granito de arena para que el mundo sea un lugar mejor.



TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







Las ventajas e inconvenientes de una cocina abierta al salón

Hace ya dos semanas que os enseñé por aquí la cocina de mi casa nueva, que compramos en Ikea. En ese post me centré en el resultado final de la cocina, y dejé para otro post (este) el contaros por qué nos decidimos a abrirla al salón y cómo estaba funcionando en nuestro día a día. 
Lo primero, deciros que abrir la cocina al salón no era un concepto que estuviera como idea en nuestra mente antes de comprar esta casa, sino que fue al estudiar cómo vivir en este piso en concreto, cuando nos dimos cuenta de que la mejor solución era abrir la cocina al salón.
¿Por qué? Por dos motivos: el principal, que la configuración de la fachada hace que la cocina original tenga poca luz, y el segundo, que la geometría y distribución de la vivienda permitía que ese espacio cocina-salón integrado fuera muy compacto y práctico, pero a la vez amplio.

Además, para tomar la decisión definitiva tuvimos en cuenta varios factores:

1. Que la casa tiene una terraza/lavadero en la que podíamos ubicar caldera, lavadora y alguna cosa más que no queríamos tener en la cocina.

2. Que, aunque cocinamos mucho, nuestra forma de cocinar es muy de horno, de pocos fritos y guisos......poco ruidosa.

3. Asumimos que invertiríamos en una campana extractora que fuera potente, pero silenciosa en la medida de lo posible, y a la vez estética.

4. Siempre hemos sido muy ordenados. En mi humilde opinión (es la mía pero cualquier otra opinión es perfectamente válida), una cocina abierta al salón hay que tenerla limpia y ordenada. Si eres de los que dejan los platos sin fregar para el día siguiente, mejor independiza las estancias. 

¿Cuáles son las ventajas de esta cocina abierta?

1. Para nosotros, que tenemos hijos pequeños, el poder estar todos juntos y cocinar controlando a los niños mientras juegan o ver la tele, es un punto a favor. Para esto, fue fundamental nuestra decisión de colocar tanto la placa de inducción como el fregadero mirando hacia el salón. Tenemos guardada la televisión que teníamos antes en la cocina porque ya no tiene sentido!
2. La comodidad, claro está, de tener todo a mano.

3. El espacio total, al estar integrados las dos estancias en una sola, es mucho más grande.

4. Con la luz ocurre exactamente igual: tenemos mucha más luz que si no hubiéramos unido los ambientes.

¿Y las desventajas?

1. El ruido en determinados momentos, aunque en nuestro caso no son muchos. Programamos el lavavajillas que es lo que más ruido hace, para que se ponga en marcha cuando nos acostamos o nos vamos de casa, así que lo único que molesta a veces es la thermomix o la batidora. Nuestra campana, por ejemplo, es muy potente pero muy silenciosa. Ya os he contado que decidimos invertir en una buena para luego tener confort, tanto de absorción de olores y humo como de ruidos.

2. Hemos perdido una habitación, es así. Aunque nuestra casa tiene 4 dormitorios, así que en este caso no creo que la echemos de menos, pero, por ejemplo, en nuestra casa de antes yo he trabajado alguna vez en la mesa de la cocina porque había mucho silencio cuando los demás veían la televisión. Ahora no puedo pero, como os digo, tenemos 4 habitaciones más.

3. Los olores. Esta no la hemos sufrido, pero entiendo que puede llegar a pasar. Como os contaba antes no somos de freír ni de muchos guisos, pero me imagino que si tenéis costumbre de cocinar de esa forma puede que notéis olor en el salón. Aunque....también os digo que cuando he hecho salmón a la plancha en mis otras casas también me ha olido el salón aunque fuera independiente!

¿La valoración final?

Llevamos 5 meses en la casa nueva y, de momento, puedo decir que estamos encantados, especialmente a la hora de la cena, en la que se crea un momento muy especial entre todos.  Como la zona de comer, con las banquetas, está en la misma encimera que la placa y el fregadero, nos vemos en todo momento cuando unos están cenando (normalmente los niños ) y otros cocinando o recogiendo.

¿Os lo recomiendo?

Pues depende mucho de la distribución de la casa, de vuestras necesidades y de vuestros gustos. Como os digo, hay casa que piden esto, otras que no...es todo un mundo y, si alguna vez necesitáis ayuda, podéis escribirme un email (delunaresynaranjas@gmail.com)



TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram





Maternidad: 9 chollazos deco de últimas rebajas

Ahora que tengo hijos futbolistas, hay compras, como las de pantalones nuevos, que no puedo posponer hasta que llegan las rebajas. Rompen casi uno por semana y toca reponer. 

Por eso, las rebajas infantiles para mí se han quedado en, por un lado, compras para la temporada siguiente, que son muy útiles y, por otro, en compras deco, que no son urgentes pero que ahora con la casa nueva, toca (y apetece) hacer. 

Este mes de febrero es el que tiene más descuentos y, por eso, he comprado unas cortinas, una lámpara y algún otro detalle deco más. En mi lista siguen unas cuantas cosas pendientes, algunas de las cuales os traigo al post de hoy. Espero que os gusten tanto como a mí:




1. manta de rombos 6 euros, 2. manta/bolsa con juego de la oca estampado, 25 euros, 3. silla en rosa o mint, 28 euros, 4. vinilo portería, 6 euros,  5. pizarra, 35 euros, 6. mercado de madera, 59 euros, 7. lámpara con forma de rayo, 8 euros, 8. mueble azul, 26 euros, 9. alfombra-tigre, 30 euros


¿Qué me decís? Habéis hecho alguna compra deco para vuestros hijos en estas rebajas?


TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







Mis recetas: flor de hojaldre rellena

Estos dos últimos fines de semana hemos tenido invitados en casa. La verdad es que esto de tener casa nueva trae aparejada la tarea de invitar a amigos y familia a verla y....qué queréis que os diga, en pleno invierno estos planes caseros apetecen mucho.

La semana pasada probé a hacer un aperitivo que llevaba tiempo queriendo probar, que es la flor de hojaldre trenzada. La hice besándome en esta receta de Vanessa, la rellené de tomate, jamón y aceitunas y la verdad es que quedó muy rica.




¿Qué ingredientes necesitamos?

- dos masas de hojaldre redondas (yo las compro ya hechas en Consum)



-un sobre de queso mozarella en tipo pizza

-tomate frito 
-jamón cocido
-aceitunas negras
-un huevo


¿Cómo la hacemos?

1.Ponemos el horno a 200 grados para que se vaya calentando.

2. en un bol, mezclamos los ingredientes del relleno. Yo usé jamón cocido cortado en trocitos, tomate frito y aceitunas negras en rodajitas, pero puedes poner lo que quieras. Pollo, atún, bacon, chorizo, verduras....

3. Extendemos una de las masas en una bandeja de horno y ponemos encima el relleno, procurando que cubra bien la superficie. A mí por ejemplo ayer no me llegó con el relleno que tenía y tuve que hacer más.


Después, le ponemos la mozarella por encima.

4. Cogemos la otra masa y la ponemos encima cerrando como si fuera una empanada. Entonces, cogemos un vaso estrecho u otro elemento redondo (yo uso el cubilete de la thermomix), y lo ponemos en el centro de la masa, solo para marcar la zona central.


5. Cortamos con un cuchillo la masa, en cuatro partes, radialmente, dejando la zona central donde hemos puesto el vaso o cubilete sin cortar. Cuando tengamos los cuartos, cada cuarto lo cortamos en tres, a ojo.

6. Cogemos cada trozo y lo enrollamos sobre sí mismo dos o tres veces. Tenemos que doblar siempre uno hacia la derecha y el siguiente, el de al lado, hacia la izaquierda, de forma que quede uno hacia cada lado.



7. Para terminar, pintamos con huevo batido.

8. Lo metemos en el horno unos 15-20 minutos a 200 grados. Cuando la masa esté doradita lo sacamos y dejamos enfriar.



Para comerlo, basta con tirar de cada trozo y servirlo en platos.

Como veis, una receta super sencilla pero muy resultona, y que gusta tanto a niños como a mayores.

¿La habéis hecho alguna vez?




TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







DIY: galletas en tarro para regalar


Hace algunos años Estefanía me regaló un tarro de cristal con ingredientes para hacer galletas en casa. Estos tarros llevan la parte "seca" de la receta, y luego, cuando lo abres, lo mezclas bien todo y añades los ingredientes húmedos o que necesitan conservarse ne frío, que habitualmente son mantequilla y/o huevos.

Esta semana Martín tenía una actividad en el cole que consistía en llevar regalos DIY a dos de sus compañeros, y se nos ocurrió rescatar la idea del tarro que me hizo en su día Estefanía y que en casa nos encantó.

El resultado final fue este, y lo bueno es que es tan sencillo que Martín, a sus 6 años, lo pudo hacer casi todo él solo con la ayuda de una báscula, un par de cuencos y una cuchara.


 

¿Cómo lo hicimos?

Pusimos en el bote de cristal de capacidad 1 litro:

1. 250 gr de harina de repostería
2. 45 gr de azúcar blanca
3. una cucharadita de levadura
4. 160 gr de azúcar moreno
5. media taza de pepitas de chocolate
6. media taza de lacasitos

Como os decía, cogimos una báscula, un par de cuencos y una cuchara. Martín, con un poco de mi ayuda, iba pesando y poniendo los ingredientes dentro del bote.




Es muy sencillo, pero son importantes dos cosas:

1. Ir nivelando cada capa después de ponerla.
2. Que no sobre mucho espacio al final. Podemos poner más lacasitos o también un poco de papel de seda, para que no se muevan los ingredientes.



Al final, añadimos un trozo de tela y una cuerdecita para adornar la tapa, aunque esto es opcional. Lo que sí que es importante es adjuntar una tarjeta con la receta, para que sepan lo que tienen que hacer en casa, que en este caso era:

1. Mezclar bien todos los ingredientes en un bol.
2. Añadir 115 gramos de mantequilla a temperatura ambiente y un huevo. Amasar bien.
3. Dar forma a las galletas y hornear 12 minutos a 180 grados.

Listo!


 
El resultado final es muy chulo y original! Decidme ¿lo conocíais? ¿Lo habéis hecho alguna vez?
 
PD: la receta es del blog de María Lunarillos

 
TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







Mi cocina de Ikea

Como muchos ya sabéis, hace algunos meses me cambié de casa. En la nueva, tenemos una cocina de Ikea. ¿Por qué de Ikea? Aquí tenéis la respuesta, que escribí ya hace algunos meses.


Hoy vengo por fin para enseñaros el resultado final. La verdad es que preparando este post me he dado cuenta de lo complicado que es fotografiar casas de menos de 300 m² (como podéis imaginar mi casa no los tiene), así que espero que miréis las imágenes con cariño.



Nuestra cocina está abierta completamente al salón. Actualmente también está unida a la entrada de casa, pero porque nos falta un elemento de separación que aún está en camino.

La decisión de poner una cocina abierta daría para otro post, que seguramente escriba pronto pero, de entrada, os diré que Borja y yo nunca fuimos partidarios de juntar cocina y salón en un único espacio. Sin embargo,  tomar la decisión de que eso era lo mejor para esta casa en concreto fue todo un acierto. La disfrutamos mucho y, de momento, no tiene grandes inconvenientes. La lavadora, eso sí, está fuera, en una terraza/lavadero cuya doble puerta corredera podéis ver en algunas de las imágenes.




Tanto la placa de inducción como el fregadero están de cara al salón, en la isla. Lo quisimos así para poder cocinar y "estar en el meollo" a la vez. La verdad es que creo que es lo que más me gusta de la cocina: poder estar cocinando o recogiendo y a la vez participando de la vida familiar, bien sea de la película o de la conversación.

La encimera de esta isla es lo único que no es de Ikea: está fabricada en corian que encargamos aparte porque Ikea no trabaja este material. Lo teníamos ya en la cocina de @theapartamento, y nos había dado tan buen resultado que nos decidimos a repetir. Como podéis ver el fregadero es una sola pieza integrada en la superficie de la encimera. 



En la zona de enfrente, la encimera es de madera. La quisimos así para integrarla con los laterales y las puertas de los muebles de arriba en un elemento de madera que rompiera el blanco predominante.














La encimera de corian tiene de fondo 90 para poder sentarnos a comer. Los muebles son de 60 y los 30 cm restantes vuelan dejando sitio para unas banquetas. En la zona de fregadero, quisimos terminar la barra intengrando una estantería Billy que montamos nosotros mismos. La isla termina con un murete al que, como os contaba al principio, le falta arriba un cerramiento de cristal que separará la cocina de la entrada de casa.

Al fondo, la nevera, que como teníamos ya hemos conservado, pero que sustuiremos por una panelada cuando se estropee o esté muy vieja, y el microondas, que también viene de la otra casa. La verdad es que tomamos la decisión de aprovechar lo que teníamos aún sacrificando algo la estética.








Una de las cosas que más me gusta de tener la cocina de Ikea es la posibilidad de terminar la distribución interior teniendo la cocina ya montada, o incluso de cambiar cosas. Nosotros nos mudamos con algunos cajones y baldas, pero no todos. Una vez llegamos con nuestras cosas vimos lo que realmente necesitábamos y fuimos a Ikea a por algunas baldas más, cajones y cestas, y también a por las bandejas para cubiertos, una vez tuvimos claro en qué cajón los pondríamos.





La verdad es que estamos muy contentos con el resultado. Sobre todo, que no lo he dicho, con el suelo. Nos lo recomendó la comercial de la marca y es una pasada: no se notan NADA las manchas y el tono gris que tiene es muy bonito. Es el modelo COVER en color acero lapatto de la marca Geotiles en formato 60x60. Sé que ahora se llevan formatos más grandes para tener menos juntas, pero hay que tener en cuenta que la colocación se complica, porque un solo operario no puede con ellas. Nosotros preferimos no complicarnos y no ir a piezas que pesaran mucho.

Os dejaré en Instagram Stories una cajita para hacer preguntas, que seguro que hay alguna.

La cocina la diseñamos nosotros y fuimos a Ikea a contar lo que queríamos y encargarlo. Si estáis pensando en comprar una pero necesitáis ayuda profesional, podéis escribirme a delunaresynaranjas@gmail.com y os puedo informar sobre servicios de asesoría y proyecto.

Espero que os guste nuestra cocina, nosotros la estamos disfrutando muchísimo.

TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







copyright © De lunares y naranjas