Aeropuertos en familia!

Buenos días!

Somos una familia muy viajera, pero la mayoría de nuestros viajes largos son los que hacemos para viajar desde Valencia, la ciudad donde vivimos, a Cádiz, la ciudad donde nací y crecí y donde viven mis padres, mis amigos, y donde suelo encontrarme con mis hermanos. Cuando vamos a Cádiz solemos viajar en tren porque, a día de hoy, me parece el mejor medio de transporte para viajar con niños.

Sin embargo, de vez en cuando cogemos un avión, sobre todo para viajar al extranjero. El año pasado visitamos en familia Londres y París y nuestro hijo mayor incluso ha cruzado el Atlántico (ahora con el pequeño no sé yo si me atravería porque es mucho más movido y travieso que su hermano). 

Antes de tener hijos, o cuando volamos Borja y yo solos (que solo ha sido una vez, realmente, desde que somos padres) me dan igual los horarios, el aeropuerto o los servicios que tenga. Sin embargo, ahora os confieso que, dentro de las complicaciones que creo que tiene el volar con niños, busco aeropuertos, en la medida de lo posible, que me ofrezcan servicios para que los niños estén más a gusto.

Cuando viajamos a un destino por primera vez, suelo mirar comparativas, opiniones y clasificaciones, que hace poco ni sabía que existían, como la de eDreams con los mejores aeropuertos del mundo. Por ahí me oriento un poco, y así decido, sobre todo en ciudades que tienen más de un aeropuerto, para no equivocarme y elegir uno que esté demasiado lejos de la ciudad o que tenga mala comunicación (o cara) con la ciudad. A veces, mirando, me doy cuenta de que la opción más recomendable no es siempre la más obvia.



Por ejemplo, cuando en diciembre del año pasado viajamos a Londres, lo hicimos desde Alicante en lugar de salir desde Valencia, nuestro aeropuerto más cercano. El motivo fue que los vuelos que salían desde aquí tenían horarios muy malos: llegábamos a Londres pasadas las 11 de la noche y eso con los peques me parecía demasiado. Desde Alicante había más vuelos y elegimos uno a las 11:30 de la mañana que fue mucho mejor. Además, sin yo saberlo de antemano, descubrimos que este aeropuerto tiene zonas infantiles con toboganes y columpios, y eso hizo la espera de los niños mucho más amena. Otra de las cosas en las que me fijo mucho es en las zonas de restauración, porque, con peques, os lo confieso, siempre me viene bien que tengan alguna cadena conocida en la que sepa lo que me voy a encontrar: un burger con menú infantil y regalito siempre hace más amena la espera (vamos muy poco, pero para estas ocasiones hacemos una excepción!)


También es importante, al menos para mí, que tenga baños familiares. Lo del cambiador en el baño de chicas no me sirve, lo siento, porque nosotros solemos cambiar el pañal entre los dos. No porque nos guste más, sino porque es un niño algo rebelde (y ahora ya, enorme) y cambiarlo una persona sola en un baño público es toda una odisea. Por eso, las salas independientes con cambiador y baño familiar son un plus para mí. Las tienen cada vez en más sitios, aunque la primera vez que las vi en aeropuertos fue hace ya unos años en Frankfurt Hahn.

Otras veces, no creáis, sobre todo antes de tener niños, hemos visitado aeropuertos por conocer el proyecto arquitectónico. Como los dos somos arquitectos, decidimos hacer escala en nuestro viaje de novios en el aeropuerto de Hong Kong, que es de Norman Foster y que en su día, ahora no lo sé, era el espacio cubierto más grande del mundo. Lamentablemente, las cosas no siempre salen como uno las planea, y, nada más bajar y empezar la escala, se me juntaron los gases que a veces me dan cuando vuelo con un mareo y dolor de cabeza seguramente por culpa de la presión, que me obligó a quedarme tumbada en dos asientos casi toda la escala. La conclusión positiva es que tengo que volver a Hong Kong!

Os seguiré contando nuestros próximos viajes. Aunque este año la idea es descansar más y ahorrar un poco, seguro que alguna escapada cae, porque los niños empiezan ya a disfrutarlas mucho.  Eso sí, miraremos bien a qué aeropuertos vamos para disfrutar a tope sin incomodidades.

Y vosotros ¿miráis a qué aeropuerto viajais o simplemente hacéis click y que sea lo que dios quiera?




TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







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