Maternidad: nuestra (nueva) bici sin pedales

Buenos días!

Algunos de vosotros recordaréis que hace poco más de un año, os conté detalladamente nuestra experiencia con la bici sin pedales de Martín. 

Por si no las conocéis (aunque está todo explicado en el post que enlazo arriba), las bicis sin pedales son el equivalente a las bicis con ruedines de nuestra época: están pensadas para que los niños aprendan a controlar el equilibrio y, cuando están preparados, pasan a bici de pedales, sin el paso intermedio de los ruedines. 







Os conté cómo la bici sin pedales me salvó la vida cuando, al nacer Nico, y sin carro gemelar, a Martín le costaba mucho andar y me pedía ir en brazos continuamente. Salir yo sola con los dos se me hacía un mundo.

Me hace gracia pensar en esta situación, porque Nico tiene ahora 20 meses y anda muchísimo sin cansarse. Quiere ir caminando a todas partes y protesta en cuanto ve la silla.
¡Qué diferentes pueden ser dos hermanos! De hecho, a estas alturas, alguna vez llevamos andando al pequeño y es el mayor el que se sienta y va encantado.

Sin embargo, como os digo, cuando Nico tenía pocos meses, salir a la calle con los dos era un problemón, hasta que descubrimos que con la bici sin pedales era capaz de recorrrer distancias bien largas sin pensar en el cansancio. Año y algo después, esta bici sigue siendo parte fundamental de nuestra logística familiar.

Ahora, nuestro hijo pequeño empieza a tener edad de usar también bicicleta sin pedales (lo supimos en cuanto empezó a robarle a su hermano la suya), y nos dimos cuenta de que necesitaríamos pronto tener dos, porque Martín aún es pequeño para pasar a bici con pedales.



Por eso, tenemos bici nueva en casa. Es más de mayor, y tiene una novedad genial: se le pueden añadir pedales. El concepto es el de una bici evolutiva: el niño empieza a usarla sin pedales, y, cuando está listo, se le compran los pedales y se le montan. De momento, aunque no vemos cerca el momento pedales todavía, Martín está encantado porque lleva freno, y eso ya le genera una cierta sensación de haber pasado a otro nivel.

Como véis, además, el diseño es bonito (a mí personalmente me encanta). El modelo es el Velobike de Imaginarium. También hay un modelo en rosa, aunque a mí, hasta para niña me gusta más este. 


La usamos mucho, tanto para bajar al parque como para cuando queremos dar largos paseos, y, como so digo, lo que más contenta me tiene es que no tendremos que comprar bici nueva cuando empiece a usar pedales. 



Y vosotros ¿conocéis las bicis sin pedales? ¿Las usan vuestros hijos?



TERESA ZAFRA

arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







2 comentarios:

  1. Yo también soy fan de las bicis sin pedales, pero tendrás que comprar bici nueva, no malgastes el dinero en unos pedales...

    ResponderEliminar
  2. Mi hija tiene una y si la usa bastante y tambien una moto..Pero se que cuando pase más tiempo tendré que comprarle una bici diferente y mas de mayor. Aunque para eso aún falta..Besos

    ResponderEliminar

copyright © De lunares y naranjas