Simplificando: dos meses sin compras

Terminé 2017 muy cansada. Cansada de tener una vida tan complicada, de sentir que mi vida abarca más de lo que puedo manejar. Así que decidí empezar 2018 aligerando mi vida, mis rutinas, mi casa y mis problemas.  Tomé también la decisión de hacerlo poco a poco, nada de "hoy 1 de enero empiezo una vida nueva", sino hacerlo tomándome mi tiempo en analizar y ver qué cosas podíamos ir simplificando. ¿Un ejemplo? El post que os escribía hace unas tres semanas, en las que os preguntaba si bañabais a vuestros hijos todos los días. Desde entonces y, con vuestros comentarios como empujón final, he dejado de preocuparme por bañar a los míos a diario y, desde entonces, vivo más relajada. 

Este ha sido uno de los cambios que poco a poco van llegando a mi vida, para descomplicarme, y, aunque ha habido varios, hoy quiero hablaros del primero, que tuvo lugar cuando llegaron las rebajas de enero y, agobiada por toda la avalancha de regalos y comprar navideñas, decidí que durante las rebajas no iba a comprar nada. Al final, fui un día de tiendas y compré tres prendas para Martín, mi hijo mayor, solamente para que el año que viene tenga algo que ponerse y ahorrar un poco. Para mí, ese mismo día en el que pisé Zara, compré un vestido de la sección kids por 5,99 euros que ha sido mi "compra estrella" del año, sobre todo porque ha sido la única.

Como imaginaréis quienes seguís el blog, a mí me gusta estrenar, comprar e ir de tiendas, pero estaba tan saturada que no lo echo de menos. Sumo a ello que ahora mismo vivo en una casa que tiene unos armarios bastante limitados en los que no me cabe nada. No hago más que tirar y, la verdad, no echo en falta comprar porque después me viene el problema de dónde meterlo.




Cada vez estoy más convencida de que parte del proceso de madurar comprende el ir aprendiendo a desprenderse de lo superfluo y, lamentablemente, todos tenemos apego a muchas cosas que realmente no necesitamos, ya sea ropa, muebles, discos o libros. Sobre todo, me preocupa adquirir cosas de las que sé que pronto me desprenderé y que terminarán siendo un residuo. Creo que si fuéramos conscientes de verdad de toda la basura que generamos a lo largo de nuestra vida, nos asustaríamos mucho. Por lo pronto, según el Instituto Nacional de Estadística, en 2014 cada español generó 459 kilos de basura. Esto es más de un kilo al día, da qué pensar, verdad?




Creo que de momento voy a seguir sin comprar, sin dedicar tiempo a visitar tiendas, y cambiándolo por:

-  mantener mi armario ordenado para tener la ropa a la vista.
-  ir cambiando el orden de vez en cuando para rotar las prendas y que todas queden a la vista una temporada.
-  cuidar más las prendas que tengo para que me duren más (me cuesta mucho!)
-  sustituir las tardes de tiendas por tardes de paseos, playa o gimnasio.




Decidme, ¿alguna vez habéis tenido una sensación parecida, de no llegar, de necesitar reducir el número de cosas que os preocupan u os ocupan?

Queda inaugurada la sección del blog en la que intentaré contaros como estoy simplificando mi vida, espero que os guste y que me contéis vuestras experiencias!



TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







12 comentarios:

  1. Mi propuesta de este año es comprar con cabeza, que luego hay cosas que me.pongo dos.o tres veces y Ya! Asique estoy en fase de decidir cómo reciclar la.ropa.que no uso y si compro algo valorar cuanto me lo voy a poner

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    1. lo de reciclar también es mi asignatura pendiente, aunque ahora la llevo a Zara porque colaboran con Cáritas

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  2. Estoy en ese mismo punto de "2 niñas pequeñas, trabajo, no me da la vida". Así q pienso seguir esta sección con muchísimo interés :)

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  3. Mira este artículo, me pareció muy interesante https://www.nytimes.com/es/2017/12/22/mi-ano-sin-ir-de-compras/

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  4. Yo también estoy igual. Solo estoy comprando cosas para mi marido y para mi si es porque necesitamos sustituir algo. Para los niños es más difícil pero lo poco que les he comprado en rebajas han sido básicos que también había que sustituir. Con el tema residuos estoy poniéndole mucho empeño. Nos hemos pasado a las pastillas de jabón y hemos vuelto a las servilletas de tela. Intento comprar cosas envasadas en cristal y lata que pueden reciclarse y llevo bolsas de tela siempre conmigo. Y sobre todo antes de comprar estoy usando todito lo que tengo ya en casa. Sorprendida estoy de todo a lo que le estoy dando salida.

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  5. Llevo reflexionando sobre este tema un tiempo. Lo de desprenderme de todas las cosas que no necesito o guardo “por si acaso” es una asignatura pendiente que llevo suspensa. A ver si me llega ya la madurez para gestionarlo. Con mis hijos debo reconocer que soy bastante más práctica y resolutiva. Ahora bien, conmigo soy un desastre, el tema de la ropa lo llevo más o menos, pero la cosmética….. me encanta! y no caer en la tentación de probar nuevos productos o ediciones limitadas o recomendaciones de productos que te prometen mejores resultados que los que estás utilizando, no he conseguido ni reducir ni dejar de sucumbir.

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  6. Hola Teresa! Te recomiendo los videos en Youtube de ElenaHG. Trata mucho este tema de comprar mejor, moda sostenible, de tirar lo que no uses y organizar lo que tengas (usa mucho el metodo Konmari para diferentes cosas de la casa, no solo la ropa), etc. Son muy inspiradores la verdad! https://www.youtube.com/channel/UCr5V-1WWoE4BrPDU0FNDBZA/videos

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  7. Hola Teresa, te cuento un poco lo que me ha pasado a mi. Empecé a trabajar despues de la Universidad y eso hace un par de años,a trabajar continuamente. Al principio claro tenía muchas cosas en mi lista de deseos y me fui comprando lo que me apetecía. Este invierno me redujeron la jornada con la correspondiente rendición salarial, con lo cual había que recortar, me di cuenta que estaba justa y que había comprado muchas cosas y muchas de ellas no las necesitaba. Me fui al pueblo por que me encanta estar allí y aprovechar mis tardes al máximo, me llevé la ropa muy justa como el dinero y la conclusión es que no necesito tanto como tengo, es una barbaridad la de ropa y objetos que acumulamos. He aprendido a comprar poco, lo último fue en rebajas, pero es que realmente no me apetece gastar mi dinero en seguir acumulando cosas a no ser que las necesite.

    Espero no haberte aburrido🙆😂😂

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  8. Leí antes tu post desde el móvil pero ahora que he encendido el ordenador aprovecho para comentarte. Según iba leyendo tu post, me identificaba completamente y es una idea que tengo en la mente desde hace tiempo: el no comprar (o comprar menos). Tengo una niña de 4 años y ya sabes que con niños es inevitable comprar, ya sea ropa, algún juguete o alguna otra cosa. Pero lo raro es que para mi ya no tengo tantas ganas de comprarme cosas como antes. En vez de comprar ropa, me he comprado algún libro, ya sea para mi o para mi hija, y para mi la ropa compro lo que necesito, salvo alguna vez que algo me guste mucho. Ademas, he ido haciendo limpieza en casa de cosas y las he ido vendiendo o tirando. Me compré el libro de Marie Kondo aunque es algo que tengo que poner más en practica. lo de ir de tiendas o a tomar algo, lo voy a sustituir por dar paseos que ademas ahora en primavera es algo mejor. Besos

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  9. Yo también me encuentro en esa etapa. Intento consumir lo justo y necesario en todo, pero muy especialmente en ropa. En ese aspecto estoy muy contenta porque tras varios años he conseguido cambiar el chip. Ya no me apetece comprar mucho ni seguir las tendencias, me siento feliz reutilizando las cosas que tengo en el armario. Por ecología, por economía,
    por espacio y por sentido común. Llevo años sin estrenar en bodas y eventos!

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  10. Qué si hemos sentido eso?, dices. Pasate por mi blog o rastrea #12pequeñoscambios y verás la de gente que está en ese proceso.

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