Maternidad: cómo elegir guardería (en realidad, escuela infantil) para tu hijo

Buenos días!

Muchas de las que me leéis en esta sección sois madres primerizas, como yo. Aunque tengo dos hijos, siempre seré una primeriza, porque mi hijo mayor me va a hacer enfrentarme a retos desconocidos durante toda mi vida, es así. Todo lo que vivamos con él y en lo que tengamos que guiarle, apoyarle o ayudarle, será nuevo, así que, no os preocupéis: todas (y todos) somos primerizas.

La sensación de ser primeriza en es, a veces, motivo de ansiedad. Porque no nos engañemos, hay cosas que son más triviales, pero otros de los cometidos que tenemos como padres y madres, son al final temas y decisiones muy importantes que van a dirigir en un sentido o en otro las vidas de nuestros hijos.

El primer cometido realmente importante que sentí que era de este estilo, fue el elegir guardería para nuestro hijo mayor, Martín. Y lo primero que aprendí es que nosotros no queríamos una guardería, sino una escuela infantil.

Como os digo, no queríamos que nadie nos guardara a nuestro hijo, sino que nos ayudase a educarlo y que fuera parte activa de nuestro proyecto educativo.

No voy a entrar hoy en el tema de cuándo y cómo deben ir los niños a la guardería. A mí me han ayudado tanto a educarlos y a guiarme en mis momentos de duda, que los llevaría una y mil veces a los 9 meses, que es la edad a la que han ido los dos. Sin embargo, como cada uno tiene su filosofía, sus circunstancias y sus valores, voy a limitarme a daros unos consejos para que, sea cuando sea, os resulte un poco más fácil decantaros por una escuela infantil u otra.


1. Elegid personas con las que conectéis. Cuando vayáis a ver escuelas, el feeling que tengáis con los responsables y/o profesoras que os enseñen el centro y os hagan la primera entrevista es fundamental. Los motivos principales: la escuela tiene que encajar con vuestra filosofía y valores familiares y, además, váis a tener que tratar con esas personas a diario, y la buena comunicación es fundamental.

2. Elegid siempre una escuela infantil de la que tengáis alguna referencia: familiares o amigos que hayan llevado a sus hijos allí, vecinos, o, también, que la escuela tenga muchos años de experiencia. Si no conocéis a nadie, tampoco es mala idea acercarse un día a la salida y abordar amablemente a algún padre o madre que veas por allí. A mi me lo hicieron una vez y les conté mi experiencia encantada.


3. Tened claras vuestras prioridades a nivel educativo. Por ejemplo, para nosotros las enseñanzas de idiomas y de nuevas tecnologías están fenomenal, pero tenemos claro que lo primero que deben aprender los niños es a relacionarse, tener autonomía, conocer y practicar las normas básicas de educación e higiene y respetar tanto a los demás como a ellos mismos. Para nosotros, por ejemplo, los ordenadores y las tablets a estas edades sobran, pero, si están, deben ir por detrás de todo lo anterior.

4. Aunque no es imprescindible, que la escuela infantil esté cerca de casa es un plus. No solo porque os hará más sencillas las rutinas diarias, sino porque podréis hacer amigos en el barrio, o encontrarlos en el supermercado, y, socialmente, tanto los niños como vosotros iréis ampliando el círculo.

5. Que en las clases los niños estén divididos por semestres, más que por años. A estas primeras edades, el desarrollo es tan rápido, que tener en una misma rutina diaria a un niño de año y dos meses que a otro de año y diez meses es complicado. Los niños estarán más a gusto cuanto menor sea la diferencia de edad con sus compañeros.

6. Que os ofrezcan pluses como clases de natación, música o similares en horario escolar o también extraescolar. Lo de las clases de natación en horario escolar al principio puede dar un poco de respeto, por aquello de que no podemos supervisarlos,  pero luego es comodísimo. Si llevamos a nuestro hijo a una guardería, es porque muy probablemente tanto padre como madre trabajamos y porque seguramente tenemos vidas con poco tiempo libre. Que nuestro hijo tome contacto con el medio acuático sin que nosotros tengamos que dedicar tiempo a ello es una ventaja enorme. 

7. Que no tengan televisión. Como os digo, yo busco una escuela infantil, en la que se eduque a mis hijos, o me ayuden a educarlos, y no una guardería. Además del tema de la televisión, para mí es importante que por pequeños que sean los niños, tengan libertad, sin parques ni cunas más allá de la hora de la siesta. En la escuela infantil de mis hijos, los más pequeños (van a partir de 9 meses), tienen su clase como el resto, su medio natural es el suelo, y reptan, gatean y/o andan a su antojo. 

8. Que os ofrezcan una comunicación fluida en todo momento (ya sea mediante agenda, correo electrónico o mediante comunicación personal en la entrada y la salida) y que se muestren dispuestos desde el primer momento a establecer un programa de educación conjunto en casa y en la escuela. Como padres primerizos, tener a vuestra disposición a profesionales con experiencia os servirá mucho para consultarles dudas y problemas.

9. Que entiendan que el desarrollo de cada niño es individual, que tiene su ritmo y que a estas edades no hay que ponerse objetivos de aprendizaje ni de desarrollo concretos. Que por supuesto sean capaces de ayudarnos a detectar problemas o trastornos, pero que fuera de eso no impongan a nuestros hijos objetivos académicos. La idea con la que nosotros comulgamos es que a estas edades se debe estimular a los niños y darles las herramientas para que ellos marquen sus propios ritmos de desarrollo y aprendizaje. 


10. Una vez comenzado el curso, hay que observar que el niño esté feliz (después del periodo de adaptación, claro está), que vaya al cole contento, que sonría al ver a sus profesores, que esté también alegre al recogerlo....es importante tener claro que toda decisión es reversible. Aunque es un palo, nos podemos equivocar, y siempre podemos cambiar a nuestro hijo o hija de escuela si, después de haberlo intentado, no encaja.

Nosotros hemos llevado a Martín y ahora a Nico a Bamby Abade. Aunque antes de que entrase el pequeño nos mudamos y ya no vivimos tan cerca como antes, no nos plantéabamos llevar a Nico a ningún otro centro. Por un lado, porque, como ya os he dicho alguna vez, reconozco que estoy un poco obsesionada con educar a mis dos hijos de la misma forma, pero principalmente porque conectamos 100% con su forma de entender la educación y el desarrollo. Nos gusta mucho que intentan hacer una gran familia entre todas las familias del centro, que tienen escuela de padres y que equilibran muy bien disciplina con cariño.



Espero que os sirva mi experiencia y, ánimo, que aunque al principio es duro dejarlos luego es genial ver cómo van aprendiendo, cómo se relacionan y lo mucho que les gusta el cole.




TERESA ZAFRA



arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram




4 comentarios:

  1. En mi caso había lista de esperas por lo que fue más donde primero me cojan.

    http://mysecretshopping.blogspot.com.es/

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    1. Ese es otro tema que daría para otro post. Realmente es importante decidir qué guardería quieres para establecer tus prioridades. Que te den o no la que quieres ya es otra cuestión, es verdad

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  2. Respuestas
    1. Pues de 9 a 5, es la única forma de compatibilizarlo con nuestros trabajos!

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