Maternidad: consejos para viajar en tren con niños y bebés

Buenos días

Las que me seguís por Instagram sabéis que desde que tengo hijos viajamos mucho en tren. En mi humilde opinión, es el medio de transporte más cómodo a la hora de viajar con niños, por las siguientes razones:

- los controles y restricciones de equipaje son mucho menores que las del avión.

- los niños tienen más espacio para moverse y jugar durante el viaje.


Viajar con niños es más fácil o más complicado en función, en primer lugar, del niño. Su carácter, su tolerancia y lo acostumbrado que esté a que lo saquen de sus rutinas. Siempre os digo que mis hijos han viajado desde el primer mes de vida para visitar a la familia que está lejos, y eso ha hecho que estén muy acostumbrados a viajar y a estar en diferentes ambientes. También os digo que todo tiene sus pros y sus contras y mis hijos se adaptan super bien a los cambios de rutina pero no tan bien a la rutina diaria.




El caso es que viajar en tren con los niños no tiene mucho misterio pero más de una vez me habéis preguntado algunas dudas o pedido algún consejillo para que se porten mejor. Por eso, os traigo aquí algunas ideas que os pueden ayudar para viajar con niños en tren de largo recorrido:

1. Los niños menores de 4 años pueden viajar de forma gratuita, sin plaza, pero no sin billete. Cuando compréis el vuestro, tenéis que añadir en el número de pasajeros un bebé, para que vaya identificado. Es importante, porque pueden negaros el acceso al tren si no lo hacéis. Los niños mayores de 4 años y menores de 12 pagan y tienen asiento, pero existe una tarifa especial algo más barata que la de adulto. Eso sí, si queréis, evidentemente, podéis sacar plaza para un niño menor de 4 años, yo lo he hecho alguna vez por comodidad, para no tener que llevarlo todo el viaje en brazos si el tren va lleno.


2. Un solo adulto no puede viajar con dos niños menores de 4 años comprando un solo billete con plaza. Es decir, no pueden ir 3 personas en un solo asiento. Si viajas con dos menores de 4 años debes comprar dos asientos (uno puede ser con tarifa de niño)

3. En el tren no hay restricción de líquidos, puedes llevar toda la comida y bebida que necesites, aunque los trenes de largo recorrido, salvo contadas excepciones, tienen cafetería y, además, un servicio de carrito que pasa por los vagones vendiendo bebidas y snacks.

4. En los trenes nuevos, AVEs fundamentalmente, hay un coche de minusválidos, que suele ser el número 7, en el que caben un par de carritos de bebé sin plegar. Es más cómodo que el resto de vagones y su cuarto de baño es mucho más amplio. Nosotros, aunque no viajemos siempre en este vagón, llevamos a los niños al baño allí: hay un cambiador bastante grande y espacio para moverse. Elegir este coche yendo con niños es un acierto, pero hay que tener en cuenta que no todas las tarifas permiten elegir asiento.

5. No sé si sabéis que ahora muchos trenes AVE llevan coche "silencio". Es importante saber que los niños no pueden viajar en este coche, y que, como me pasó a mí una vez, si solo quedan plazas en ese coche, no te van a dejar comprarlo. 

6. RENFE ofrece un servicio gratuito llamado Atendo para ayudar a entrar y salir del tren a personas con necesidades especiales (minusválidos, invidentes, personas mayores y familias con niños). Seguramente sabréis que en este tipo de trenes hay un control de equipajes previo al andén a partir del cual no puede pasar nadie sin billete. Eso impide que vuestros familiares o la persona que os ha acompañado a la estación pueda ayudaros a llegar al tren y colocar el equipaje. Por eso, si viajáis solos con un bebé o niño es un servicio útil, (también cuando váis dos adultos, si llevais varios niños y mucho equipaje),  pero tenéis que tener en cuenta una cosa: el número de asistentes es limitado y la prioridad, evidentemente, son las personas con movilidad reducida. Nosotros lo hemos pedido alguna vez en fechas de muchos viajeros (navidad o semana santa) y nunca vinieron a buscarnos. Es comprensible pero no lo avisan al solicitar el servicio, y te puedes llevar una sorpresa. Eso sí, las veces que me han atendido y ayudado han sido estupendos y eh viajado muy tranquila.

7. Aunque es un consejo bastante obvio, llevad entretenimiento para los peques. Como los asientos llevan mesita, se pueden llevar libros de colorear, de pegatinas, juegos de cartas o de mesa. Los que salen en este post son los tres perfectos para estos momentos.


8. Un ayudante infalible: los móviles y aparatos electrónicos. Aunque en casa les restrinjamos su uso, esa fascinación y "enganche" que producen en casi todos los niños es un aliado perfecto para tener algo de paz en los viajes largos. Como siempre os digo, los juegos electrónicos pueden ser educativos y útiles, solo hay que saber elegir. Os dejé ya mis tres apps favoritas para niños pequeños

8. Dejáos ayudar si lo necesitáis. Primero, por el personal del tren, por ejemplo, preguntando si hay asientos que estén libres si queréis ir más cómodos. Aunque un menor de 4 años viaje sin plaza, si hay asientos libres el personal del tren no va a poner ningún problema si se sientan. En segundo lugar, por el resto de pasajeros: para subir o bajar maletas, por ejemplo. En el tren la gente suele ser bastante amable, o esa es mi experiencia personal al menos. Nosotros hemos llegado a necesitar ayuda incluso yendo dos adultos. Cuando llevas sillita, dos niños y maletas, es más fácil si alguien te echa una mano.

9. Mi penúltimo consejo, y creo que el más valioso: en todo viaje en transporte público, la prioridad es que los niños no molesten al resto de pasajeros. Aunque estaría fenomenal, no es momento de dar prioridad al educar. En casa, por ejemplo, les obligamos a terminarse la comida, y Nico suele gritar mucho cuando no quiere. En el tren, dejamos que coma lo que quiera porque el resto de viajeros no tienen por qué escuchar sus gritos. No es tanto hacer una concesión, sino tener claro de entrada que no les vamos a exigir lo mismo estando de viaje que en casa, por el bien del resto de pasajeros del tren.

10. Para terminar, deciros que no os desaniméis si viajáis una vez y se portan fatal. A mí también me pasa: cuando más cansada voy, o cuando pienso que necesito un rato durante el viaje para hacer una llamada o mandar un correo, no me dan tregua. A mí me compensa porque sentir que puedo viajar con mis hijos, que ellos también pueden adaptarse a vuestro ritmo de vez en cuando, es una gran satisfacción. Hay que organizarse bien, llevarles entretenimiento y, tal vez, rezar para que no tengan un mal día. Os digo que se puede. Cuanto más pequeños mejor se portan. Entre el año y los tres años es cuando más se rebelan al estar encerrados y quietos, pero a partir de entonces participan en el viaje y se entretienen mejor. Ánimo!

Lo dicho, en nuestra familia somos expertos viajeros. Hacemos una media de 5 viajes al año desde Valencia a  Cádiz (y vuelta), y casi todos son en tren. Os animo a que les regaléis a vuestros hijos este tipo de experiencias porque viajar nos enriquece a todos y nos hace crecer tanto a los niños como a los mayores.

Contadme ¿cuál es vuestra experiencia viajando en tren con niños?


TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







2 comentarios:

  1. Yo llevo viajando con mi peque desde que él tenía 4 meses, en AVE, y genial. Siempre intento pillar el vagón de minusválidos, puedes dejar las maletas en el suelo y el carrito tenerlo abierto (si no está ocupada la zona de minusválidos) o plegarlo y dejarlo también en el suelo. Además, ese vagón está junto al de cafetería, por lo que si se pone quejoso siempre te puedes ir allí, que al estar la gente charlando y comiendo no suele molestar.

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